Hay quien dice que todas las mujeres tenemos un punto de bisexualidad, hay quien afirma que yo también lo tengo, y algún atrevido dice que no es que tenga un punto, es que tengo un puntazo.
Una, que ha sido heterosexual de toda la vida, se niega a reconocerlo argumentando que todas las mujeres hemos fantaseado alguna vez con una aventura con una chica estupenda, y que el ser capaz de decir que una tía está muy rica es simplemente un ejercicio de objetividad.
Pero ultimamente he decidido rendirme a la evidencia. Me gustan las mujeres. Y mucho. Me gustan como amigas, pero también como posibles compañeras de cama.
Me encanta ver mujeres desnudas, insinuantes, traviesas, picaronas y que disfrutan de su sexualidad independientemente de si el que tienen delante es un hombre o no.
Eso no quita que siga siendo heterosexual. Me encantan los tíos y los quiero como compañeros también, no sólo en la cama. Digamos que los veo de una manera más romántica.
En lo que respecta a las mujeres, ya no sólo fantaseo, ahora también busco.
jueves, 25 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario